feria del vino de Amandi

La vigesimo sexta edición de la feria del vino de Amandi, celebrada en Sober con la participación de 26 bodegueros, dejó importantes mejoras para la zona, además de las muchas ventas realizadas en el recinto ferial.

El Conselleiro de Medio Rural anunció la concesión de ayudas por valor de cerca de 300.000 Euros para mejorar las infraestructuras agrarias de la comarca, como es el caso de la mejora de acceso a los bancales de los viñedos, estudiando la posibilidad de colocar una red de raíles o incluso en alguna zona colocar teleférico. También anunció Suárez Canal la inclusión de varios viales en el "Plan estratégico de Investimentos no Medio Rural", así como redes de saneamiento, abastecimiento y depuración en algunos núcleos rurales (Matamá y Moradela). El Conselleiro anunció el apoyo de la su Consellería en la creación de la nueva sede de la denominación de origen en el museo del vino e centro de interpretación de la Ribeira Sacra que se está habilitando en la antigua casa consistorial de Monforte (calle del Comercio).

Este año hubo menos asistencia que en ediciones anteriores (con la excepción de la hora en que el pregonero, Fernando Romay ensalzó los caldos de Amandi, momento en que la plaza estaba llena de público al igual que las carpas. A esa hora cayó una fuerte tormenta en el Valle de Lemos, lo que posiblemente motivase que a lo largo del día la cantidad de personas que visitaron feria fuese menor que en años anteriores, aunque las dificultades para aparcar (a pesar del mucho espacio habilitado para este fin) fueron muchas como en otras ediciones. Hay que destacar el éxito del concurso de cuentos y leyendas, así como el concurso de fotografía de A Ribeira Sacra. (colocaremos en esta web los cuentos ganadores y las fotos mas puntuadas)

Los catadores dieron su mayor puntuación a los caldos: Algueira, Don Bernardino y Estrela. Las casetas que tenían este vino fueron las más concurridas, hecho del que se quejaban algunos cosecheros, porque "decían" el premio solo puede ser para tres, mientras que la calidad es similar en la mayoría de los cosecheros. Proponían que se diese a conocer el fallo de jurado después de la fiesta o como se hace en otros muchos lugares no se hiciese este acto de cata.

Se encontraban en el recinto ferial varias casetas en las que se podía encontrar los productos típicos de la zona como son, la cerámica de Gundivos, roscas de Sober o la miel cosechada en las albarizas de A Ribeira Sacra. Había también muchos puestos en los que se podía encontrar todo tipo de productos y todo ello amenizado por la banda de música de Sober, Lobios y Teo, charangas, varias orquestas, o grupos de personas que con sus propios instrumentos animaban la feria.

Como aspectos negativos de la fiesta, se puede destacar varios jóvenes que fueron con la única intención de emborracharse, dando un triste espectáculo entre las muchas personas que disfrutaron degustando el buen vino (cada año son menos los realizan estas malas prácticas), también resulta patético que después de anunciar en la prensa, radio y Tv que iba haber controles de alcoholémia, se viese en estos controles a coches aparcados porque sus conductores llevaban en sangre mas alcohol del permitido. En los países europeos de nuestro entorno es normal que cuando se va a una fiesta, alguien del grupo no beba o simplemente se alquile un taxi o un microbús (puede costarle a cada persona unos 2-3 Euros), de esta forma no tienen que preocuparse del aparcamiento ni de lo que hacen en la fiesta, pero en Sober aun se oía la voz de algunas personas que comentaba "como va a venir más gente, con los guardia haciendo controles", postura egoísta e incívica, porque lo que importa en estos eventos es el volver a casa, "todos". Para evitar esto el Ayuntamiento de Sober tuvo la buena idea de poner a disposición del público un servicio de autobuses, aunque no tuvo mucho éxito, al menos el de ida.

VOLVER