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LOS CONDES DE LEMOS

 

VIRREYES DEL PERU- 1668

 

 

 

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lista de virreyes del Peú

 

 

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La  Virreina  Ana  de  Borja  Condesa  de  Lemos,

Gobernante  del  Perú  en  1668

 

 

Doña Ana Francisca Hermenegilda de Borja y Doria, fue hija de Don Francisco Diego Pascual de Borja y Aragón y Centelles, VIII Duque de Gandía y de Doña Artemisa María Ana Teresa Gertrudis Princesa de Doria de Melfi. Doña Ana, casó en segundas nupcias el 20 de julio de 1664, con su primo, Don Pedro Antonio Fernández de Castro Andrade y Portugal, VIII Conde de Villalba, X Conde de Lemos, VII Marqués de Sarria, quien nació y fue bautizado en Monforte de Lemos el 20 de octubre de 1632; con esta unión, se convirtió en la Condesa de Lemos. Doña Ana de Borja y Doria, Condesa de Lemos (1640-1706) fue la primera Gobernante del Perú.

 

La familia Borja, era una de las más célebres del reino de Aragón. Inició la segunda casa del Condado de Gandía con el linaje valenciano de los Borja, quienes al trasladarse a Roma, italianizaron su apellido por Borgia, estos alcanzaron fama mundial cuando Alfonso de Borja fue elegido Papa con el nombre de Calixto III, a fines del mismo siglo, hubo otro Papa Borja, Alejandro VI, el cual dejaba frecuentemente a su hija Lucrecia Borgia (1480-1519) a cargo del papado, a quien en el año 1501, le otorgó el título de Vicariesa. El III duque de Gandía, fue el padre de Francisco de Borja y Aragón, (1511-1572), IV duque de Gandía, quien ya viudo ingresó al Convento de los Jesuitas convirtiéndose posteriormente en San Francisco de Borja y Aragón, canonizado en 1671; el mismo que era nieto del Rey Fernando de Aragón y del Papa Borgia, Alejandro VI, primo del emperador Carlos V, abuelo del Virrey Francisco de Borja y Aragón quien fue Príncipe de Esquilache por su matrimonio con Ana de Borja, (Borgia) Princesa de (Squilacce) Esquilache, Virrey Gobernante del Perú entre 1615-1621. Doña Ana de Borja y Doria Condesa de Lemos, Virreina Gobernante del Perú en 1668, era su nieta chozna en 1º grado, (hijo de tataranieto).

 

Entre las costumbres palaciegas y las Casas Nobles, la de la Casa de los Borja y de los Castro de Lemos, se les llegó a imponer matrimonios, en especial desde la Corona, la cual, durante el reinado de los Reyes Católicos, vigiló y siguió la política matrimonial de las Casas Nobles; estas uniones generalmente eran entre parientes para así conservar los títulos y los dominios territoriales. Es el caso de la unión de Doña Beatriz de Castro con Dionís de Portugal, hijo de Fernando II, Duque de Braganza y de Isabel Viseo, hermana del Rey Manuel de Portugal; otro caso es el de la hija, de 12 años, del  Conde de Lemos y de Ana de Borja y Doria, Doña María Alberta, quien casó con Don Manuel Joaquín López de Zúñiga Sotomayor y Mendoza, XI Duque de Bejar.

 

Ambos de mucha alcurnia, los Condes de Lemos, llegaron al puerto del Callao un miércoles nueve de noviembre de 1667 sonando un cañonazo a las tres de la mañana, acoderando a las siete de la noche entre el bullicio de la elegante sociedad que fue a recibir al señor Virrey. Según el cronista Josephe Mugaburu “... fue una balsa entoldada toda de tafetanes, y un estado con seis cojines de terciopelo y una silla de lo mesmo para el señor Virrey... venían en la balsa más de cien personas... llegó otra mayor que estaba ala orilla del mar con corredoras, donde estaban aguardando, con dos sillas de mano, la una de terciopelo verde, donde se metió la dueña [sirvienta] con un hijo del señor Virrey y la otra silla de mano de tela muy rica y tachonada de clavos dorados, muy costosa donde se metió la señora Virreina con una niña...”. (sic)

 

El virrey tomó posesión de su cargo el 21 de noviembre 1667, hizo su ingreso por la calle de Los Mercaderes donde había un arco muy lujoso y costoso, dice Mugaburu, “...otro arco en las cuatro esquinas en la salida de la misma calle muy alto y de gran arquitectura, estaba desde lo alto, por dentro y por fuera relleno de fuentes, palanganas y salvavillas, todas de plata blanca y dorada, en este arco estaba todo lo que cogía el vacío del arco empedrado con más de 550 barras de plata y cada barra pesaba ducientos marcos [230 gr.]...”. Los virreyes Lemos, Castellar y La Palata, desde 1667 hasta 1689, sintieron bajo los herrajes plateados de sus caballos el tintineo de las minas legendarias del Perú.

 

El día 7 de junio de 1668 el Virrey salió por el puerto del Callao para Islay, Arequipa y Puno, quedando la señora Virreina Doña Ana, como Gobernadora de las tierras del Piru en virtud a los poderes conferidos al Conde de Lemos en la Célula Real del 12 de junio de 1667, otorgada por la Reina Doña Mariana de Austria, quien gobernaba la monarquía española entre (1665-1675) durante la minoría de edad del Rey Carlos II. En dicho documento lo autorizaba para que, en caso de que el mejor servicio del reino le obligase a abandonar Lima, pusiese las riendas del gobierno en manos de su consorte. El historiador y político Manuel de Mendiburu (1805-1885) dice en su Diccionario Histórico-Biográfico del Perú. “...Al emprender su viaje a Arequipa y Puno el Conde de Lemos, encomendó el gobierno del reino a Doña Ana, su mujer, quien lo ejerció durante su ausencia, resolviendo todos los asuntos, sin que nadie hiciese la menor observación, principiando por la Audiencia, que reconocía su autoridad...”.

 

 

La Virreina Gobernadora echó bandos [órdenes]

 

 

Ya en el poder desde el 7 de junio de 1668, según registros se echaron bandos desde el día 16, detallaré algunos:

 

El 18 del mismo mes, contra los franceses; “...y los demás que tuviesen noticias de ellos...así en este reino como en Tierra Firme [en tiempos coloniales era el nombre que se le daba al Istmo de Panamá]


y México, y en España y Francia, pena de traidores a la Real Corona...”. en virtud de la célula mandó S.E. echar el bando como gobernadora destos reinos, y que manifestasen los franceses.

 

Jueves 5 del corriente [julio] reunión con los señores Oidores, Alcaldes de Corte y el Cabildo Secular, “,,, y la señora virreina gobernaba este reino por cuanto fue el señor Virrey Conde de Lemus para las provincias de arriba, que fue a Arequipa y a Puno...” (sic).

 

Se registra un despacho de la virreina nombrando un empleado del tribunal de cuentas, dice: “...Don Pedro Fernández de Castro y Andrade, conde de Lemos, y doña Ana de Borja, su mujer, condesa de Lemos, en virtud de la facultad que tiene para el gobierno de estos reinos, atendiendo a lo que representa el tribunal, he venido en nombrar y nombro de muy buena gana...”.

 

Tras el aviso llegado el 31 de agosto desde Panamá, que el pirata Henry Morgan había atacado el 11 de julio de 1668, a Porto Bello (Istmo de Panamá) y que posteriormente lo saqueo; la Virreina Gobernadora socorrió a Porto Bello, mandando abastecimientos y pertrechos de guerra, amparada en los amplios poderes recibidos del Virrey, también dispone aprestos marítimos contra los piratas; organizó la defensa y consiguió alejar el peligro de la costa limeña contra el saqueo de los piratas que intentaron un ataque frente al puerto del Callao en ausencia de Fernández de Castro.

 

22 setiembre otro bando “...que no anduviesen vendiendo por las calles si no fueran cuarenta mercachifles y alistados [registrados] por el gobierno....”.

 

31 de octubre de 668 años, se hechó bando en esta ciudad, “...que ninguno de los que tuvieren marquetes de cera, no vendiesen a más de 140 pesos el quintal, pena, de 4,000 pesos y para el denunciador la tercia parte, y lo demás para la cámara de S.M. y los cereros vendan la libra de cera labrada a 12 reales con pena de 100 pesos por la primera vez, y este bando lo mandó a echar la señora Condesa de Lemus...” .

 

Josephe de Mugaburu dice en su Diario de Lima (1640-1694)   Llegada del Virrey

 

“... 2 noviembre de 668 años llegó el Virrey al puerto de El Callao en la Capitana [buque insignia], a las dos de la tarde, que dio fondo. Después de haber estado en el Cuzco y Puno y Arequipa, que se tardó en todo 5 meses menos 5 días y al lunes siguiente se vino a Lima con gran suma de gente que lo acompañaba... Y en la otra Nao trujo presos de Arequipa..” (sic)

 

La Condesa de Lemos, según registra Mugaburu, tuvo tres hijos en Lima, los llamados criollos, palabra utilizada desde la colonia para los hijos de los europeos y africanos en América. Curiosamente en su genealogía solo figuran los dos niños que llegaron desde España, Doña María Alberta nacida en Madrid en 1665 (registra 12 nombres) Don Ginés Miguel Francisco Ruiz de Castro (registra 13 nombres) nacido en Madrid en 1666, éste heredó el titulo de XI Conde de Lemos, Grande de España y al llegar a Lima ya era VIII Marqués de Sarria, heredó otros títulos.

 

El primer hijo limeño (criollo) fue durante la gobernación de Doña Ana, nacido el: 11 de julio 1668, un niño, Salvador Francisco Ruiz de Castro, bautizado el 23 del mismo mes.

 

18 de septiembre 1669, una niña, Rosa Francisca, bautizada el 1 de octubre.

 

12 de abril 1672, un niño, Francisco Ignacio bautizado el 21 del mismo mes, fue su padrino el sacerdote jesuita Francisco del Castillo, (1615-1673) el cual implantó el Sermón de las tres horas el día de Viernes Santo. La prédica, como ahora, empezaba al mediodía y se extendía hasta las tres de la tarde. Su difusión por toda América, e incluso a países de Europa como Irlanda, fue posterior y se debe a otro sacerdote jesuita: el padre Alonso Messía. Francisco del Castillo también fue padrino de  Rosa Francisca, su nombre fue en honor y devoción a la Beata Rosa de Lima.

 

La Virreina, joven mujer de mucho temple, tuvo grandes influencias palaciegas y a través de ellas en el papado, continuó el trabajo iniciado en 1618 por su tío el Príncipe de Esquilache, para la pronta canonización de Rosa de Lima. El Papa Clemente IX había sido Nuncio de la Corona en España durante el reinado de Felipe IV, a petición de Carlos II y de su madre la reina regente, Doña Mariana de Austria ésta ordenó en 1667, que se examinaran los restantes milagros y así proceder a su beatificación y canonización. Se concedió la beatificación de Rosa el 12 de febrero de 1668, la fiesta oficial fue realizada el 15 de abril de 1668 en la Basílica de San Pedro. En comunicación privada (vía chasqui desde Quito) recibió el Virrey, el día 28  diciembre de 1668, la noticia y que dio a conocer personalmente a las autoridades eclesiásticas de Lima; el 18 de enero de 1669 llegó la comunicación oficial a la Cuidad de los Reyes, la que se celebró de manera imponente.

 

Los Condes de Lemos encargaron a Roma una escultura de la santa limeña, obra realizada por Melchiore Caffa. Con motivo de su beatificación, fue sustituido el ataúd de madera por uno de plata a expensas de la Virreina Ana de Borja Condesa de Lemos. “...el 15 de junio de 1670 el Conde y la Condesa de Lemos fueron al Callao cuando llegó la Nao con la hechura de Santa Rosa que vino desde Roma...el día 20 la sacaron a las 6 de la mañana del puerto, la trujeron hasta la capilla real de palacio, acompañaron también toda la infantería del Callao y su maestro de campo el sargento mayor, cuando llegaron a la Recoleta de Belén salieron todos los religiosos, lo mesmo hicieron los de San Juan de Dios, los del Convento de la Gran Merced y en toda la ciudad los vitorearon, y, la misma noche había grandes luminarias y candeladas por toda la ciudad por ventanas y calles...”

 

Por intermedio del Embajador ordinario en Roma, 1667-1671 Don Antonio Pedro Alvarez Osorio Gómez Dávila y Toledo, Marqués de Astorga de Velada, años decisivos de la beatificación y canonización de Santa Rosa, una vez más la Reina Regente Doña Mariana, pidió al Papa Clemente X, que Rosa fuera nombrada Patrona de las Américas, Filipinas e Indias Occidentales, (dominios españoles), lo cual se dio el 11 de Agosto de 1670. Éste mismo Papa el 12 de Abril de 1671, canonizó a Santa Rosa de Lima y a San Francisco de Borja, en una ceremonia compartida con 3 santos más, en la Capilla Sixtina. El 18 de mayo del mismo año, vía Chasqui, desde Quito, (Se encuentra el registro del Chasqui en un mandato del siguiente Virrey en 1685), así tuvieron la noticia de éstas canonizaciones los Señores Condes de Lemos. Las fiestas por la santa limeña y el de su abuelo chozno (4to abuelo, padre de su tatarabuelo) San Francisco de Borja fueron apoteósicas, los cronistas dan cuenta de ello, señalando la majestuosidad y esplendor que se lucieron.

 

Los virreyes, con sus despensas inauguraron el 30 de enero de 1672 la nueva Iglesia de los Desamparados, el mismo día que llegó el aviso oficial de España de la canonización de ambos santos. El martes 6 de diciembre de 1672 falleció el Virrey Conde de Lemos, su corazón fue retirado y se colocó a los pies de la Madre de Dios en la Iglesia de los Desamparados que él mandó a hacer; al ésta ser demolida en 1938 el corazón del Conde de Lemos fue llevado a la Iglesia de San Pedro, colocado en un nicho entre los altares de San Francisco de Borja y San Luis Gonzaga.

 

Ana de Borja Condesa de Lemos y sus hijos salen del Perú el 11 de junio de 1675, casi dos años después de la muerte de su esposo, el Virrey Fernández de Castro. Su cuerpo fue sepultado en la actual Iglesia de San Pedro, llamada en esa época, Iglesia de San Pablo. No se encuentra si se cumplió la orden del Virrey que decía: “...que cuando la señora Condesa fuera a España, llevase sus huesos y se enterrasen en Monforte de Lemos, en Galicia, adonde están enterrados su padre y aguelos...”.

 

Casi nadie sabe que alguna vez fuimos gobernados por una dama, mujer joven, devota, inteligente, justa, elegante y astuta, la cual supo manejar en sus pocos meses de gobernante la Ciudad de Lima,  contando con el apoyo y aprobación de la Audiencia. La historia del Perú es rica en recuerdos y anécdotas, solo es buscar y sabremos bien nuestro pasado.

 

trabajo recopilado por la peruana, Gabriela Lavarello de Velaochaga

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