RESEÑA HISTÓRICA SOBRE LA ZAPATERÍA EN MONFORTE DE LEMOS

 

 

  Trabuleiro     Material para zapateria    Trabuleiro

Las primeras fábricas de calzado de producción en serie se instalaron en Monforte de Lemos en el año 1899.

El gremio del calzado monfortino preparó y llevó a cabo el pasado año 1999 una serie de actos para conmemorar el centenario de la instalación en la ciudad de las referidas fábricas de calzado.

Tras el desastre de la guerra de Cuba, regresan a Monforte emigrados y combatientes en la isla caribeña. Entre ellos se encontraban los primeros industriales de fábricas de calzado en serie. Uno de ellos fue José López Rodríguez, Calzados López, hoy Calzados Losal, que tuvo su primera residencia en la calle Zapardiel, pasando luego a la calle Carude. Hoy, está empresa sigue funcionando, teniendo sede en la rúa Miguel de Cervantes.

Otro de los pioneros fue Manuel González Garrido, que tenía su establecimiento en la calle del Comercio, citándose en el padrón de habitantes de Monforte de Lemos, año 1900. En el apartado de profesión se le da la categoría de propietario.

En la década de los 50 del siglo XX, entre fábricas y talleres de calzado, se daba trabajo a centenares de obreros. Hoy, solamente quedan siete fábricas de calzado. Así, citamos a: “Curtidos Coiro S.L. (esta empresa se dedica a servir el material que luego van a utilizar las fabricas de calzado)”; Arturo Pereira López; J. Manuel López Rodríguez; Industrias Losal, S.L.; José González Novelle; Amable García Parada; Curtidos Galaicos, S.L..

Es de conocimiento general que en el siglo XX existieron numerosos zapateros en la población, pero pasa bastantes desapercibido que, desde la Alta Edad Media, la zapatería fue una de las profesiones preponderantes de la economía local.

Los talleres artesanales de calzados permitieron, en el pasado, mantener, sustentar, a un número importante de familias avecindadas en la villa del Cabe.

Desde por lo menos, el siglo XIII, existía en Monforte una calle intramuros de la villa que se denominaba, oficialmente, ZAPATERÍA. Ya hemos hecho referencia a ella en un capítulo de este apartado sobre “MONFORTE EN LA HISTORIA”, en concreto, al referirnos a la “rúa JUANA DE CASTRO”, nombre con el que se rotula en la actualidad, la antigua calle de la Zapatería.

 

Zapateria en Monforte de Lemos     Zapateria en Monforte de Lemos     Zapateria en Monforte de Lemos

 

Que una de las calles intramuros de la población, de intenso tránsito de personas y mercancías, muy activa, y que comunicaba la hoy denominada Porta da Cárcere Vella con la Praza da Pescaderías y Porta da Alcazaba, llevese el nombre de ZAPATERÍA, es una muestra más, de la importancia e influencia que antaño tuvo esta actividad en la sociedad y economía local.

Durante la Alta Edad Media y, buena parte de la Baja Edad Media, las vías de mayor importancia de la villa estaban dentro de la muralla. La Zapatería solo era superada en categoría por la actual FALAGUEIRA, de la que ya hablamos en otro capítulo del apartado sobre “MONFORTE EN LA HISTORIA”.

La cantidad de talleres artesanales con sus oficiales y profesionales emplazados en la mencionada vía, conllevó que se la conociera como tal.

En esta vía, LOS TALLERES DESAPARECIERON, LA CALZADA ESTÁ CUBIERTA DEL ANTIESTÉTICO CEMENTO Y, POR PERDER, HASTA PERDIÓ SU NOMBRE ORIGINAL.

En Monforte los oficios dieron nombres a otras vías del callejero oficial. Por poner algunos ejemplo, citamos los siguientes:

CISQUEIROS, HERRADORES, HERREROS, PELAMBRES, SEDEIROS, PANADEROS u HORNOS, PLAZA DEL CARBÓN, PLAZA DEL PULPO, COMERCIO, PESCADERÍAS, TECELANES, etc.

La rúa Zapatería, según los datos de que disponemos, tenía en el año 1900 un total de 40 vecinos; en el año 1901, 42 vecinos y, en 1913, un total de 45 vecinos. Citamos estos años por ser próximos a la instalación de aquellas primeras fábricas de producción en serie de calzado.

Las referencias a la calle de la Zapatería, como ya hemos indicado con anterioridad, se remontan al siglo XIII. Se cita abundantemente, durante los siglos XIV al XVII.

 

Zapateria en Monforte de Lemos      Zapateria en Monforte de Lemos     Zapateria en Monforte de Lemos    Zapateria en Monforte de Lemos

 

Un interesante documento del siglo XVI, en concreto de fecha 12 de junio de 1597, perteneciente al Archivo Parroquial de Sta. María de A Régoa, nos informa del testamento de Pedro Fernández dos Campos. En el documento se afirma que:

 

        “(…) Çapatero vecino que fue de la çapateria desta villa (…)”

 

En él se hace alusión a sus deudores. Le dejan a deber cantidades importantes. Incluso algunos familiares suyos, un yerno, en concreto, aparece en la lista. Otros deudores eran de localidades como Ponferrada, Villafranca del Bierzo, etc.

Estas deudas fueran contraídas por personas que tenían relación comercial con Pedro Fernández dos Campos.

Pedro tenía capilla particular en el desaparecido convento de S. Antonio de Padua. La misma se encontraba inmediata a la de los judíos conversos Gaibor, lo que denota la importancia de este zapatero local.

Manda que un total de ¡10 cofradías! Le acompañen en su entierro. Entre los testigos del testamento se menciona a Luis de Hebia que era un conocido platero local, rico e influyente.

Pedro no era un simple zapatero con su taller artesanal sino que, tenía un negocio con un volumen de trabajo importante, con clientes de fuera de la ciudad, incluso de fuera de Galicia. El local de trabajo estaba ubicado en la rúa Zapatería.

Avanzando en el tiempo podemos citar un documento de sumo interés, el Catastro del Marqués de la Ensenada, año 1753, donde se nombran el número de profesionales que se dedicaban a cada profesión existente en la villa de Monforte. Se cita un total de 34 zapateros, de los cuales 11 eran maestros y el resto oficiales. De hecho, era la profesión con mayor número de profesionales, seguida de cerca de los sastres, con 24 profesionales. Más lejos estaban los mercaderes “al por menor” con un total de 21 profesionales, los escribanos eran 17 y los carpinteros 13.

 

Zapateria en Monforte de Lemos    Zapateria en Monforte de Lemos    Zapateria en Monforte de Lemos    Zapateria en Monforte de Lemos    Zapateria en Monforte de Lemos

 

La rúa de la Zapatería era descrita en un documento redactado en tiempos del conde de Lemos don Gines, en el siglo XVIII, y que se guarda en la Biblioteca Nacional:

 

        “(…) Descolgándose la cuesta por la parte de unía a mediodía, se ven las casas que componen el centro de la villa: las más de ellas arruinadas por la poca estabilidad que permite la desigualdad del terreno y sólo en la calle de la Falagueira se mantienen algunas casas y en esta calle (…) Prosigue por la cuesta otra calle que llaman la Zapatería con dos aceras de casas y de la rúa Vieja sólo se ven las ruinas (…)”

 

 

En el año 1875, según el libro de acuerdos plenarios del Ayuntamiento de Monforte de Lemos, fecha 1 de enero:

 

          “(…) Reconocida la necesidad de atender el alumbrado público, pues que participen de él, como es fruto todos los vecinos de las calles céntricas, dado que ni aún a las primeras horas de la noche se puede transitar por la oscuridad y el mal piso que esta no permite ver; se acordó se construyan las farolas siguientes: una para la parte superior de la calle de Remberde, otra para la calle de las Monjas, otra  para (…) otra para el centro de la calle de la Zapatería (…)”

 

En el semanario local  “El Combate”, número 12, página 4, de fecha 25 de noviembre de 1934, se lee:

 

        “(…) Zapaterías, calle de la Virgen, Pescaderías, focos inmundos hoy donde se desarrollan y padecen males que degeneran. En sus tortuosas callejuelas íntimas, sombrías y húmedas micróbios en mezcolanza íntima con criaturas harapientas y escuálidas con signos indefectibles de raquitismo. Escombros amontonados, viviendas insalubres, aposentos comunes. Sobre los travesaños de la cama destartalada y pobre  en la que hacinan en vergonzosa e impúdica promiscuidad los cuerpos ateridos y enclenques de grandes chicos, hace noche el averío testigo mudo del desamparo de esa gente.”

 

Zapateria en Monforte de Lemos    Zapateria en Monforte de Lemos     Zapateria en Monforte de Lemos     Zapateria en Monforte de Lemos     Zapateria en Monforte de Lemos

 

La influencia de los zapateros y sus negocios en la tipología de las antiguas viviendas locales fue considerable. Aunque cada vez en menor número, ya que dejan paso a construcciones modernas, alguna de las viviendas que podemos encontrar en Monforte son clara evocación de los talleres familiares artesanales, de zapateros que trabajaron en la villa de Monforte. Se trata de un tipo de edificación que se caracteriza por ser de planta baja y piso. En el bajo, se instalaba el negocio familiar con su ventanal para atender al público con el mostrador de piedra, conocido en Monforte como “trabuleiro”.

El elemento que más distingue a estas casas es el mencionado “trabuleiro”. Es un mostrador que se encuentra en la ventana del bajo, en el negocio familiar. Normalmente de  piedra, más ancho de lo normal para ser la base de una ventana, era indispensable en todo taller artesanal.

En él exponía el artesano sus productos y los transeúntes que pasaban por delante del mismo, observaban los productos y realizan la operación mercantil a través del mismo.

Trabuleiro no es una palabra normativa del gallego, sin embargo, es propia de nuestra ciudad, producto de siglos de vivencias de profesionales artesanos  locales. Otro palabra propia de los monfortinos es “chacueco”.

Logicamente, este tipo de construcciones las encontramos en las vías antiguas de la ciudad, como puede ser: Santa Clara, Carude, Abeledos, Conde, Estrela, A Calexa, Falagueira, Zapatería, etc.

Fijándonos en diversos documentos pertenecientes a  los años de transición del siglo XIX al XX, por ser esta época en la que se produjo la instalación de las repetidas fabricas de calzados con producción en serie, conseguimos algunos interesantes datos.

En el año 1896 en el barrio de Abeledos y O Fabeiro se encontraban 13 zapateros; en S. Antonio, había 1; en San Isidro, 4;  en el barrio de O Comercio, 3 profesionales; en S. Pedro, había 5; en el barrio de El Progreso, 1; en Santo Domingo, 3;  en el entorno del Cardeal, 5. En el área de A Compañía había 5 zapateros, mientras que en el barrio de las Panaderas no había ninguno y en S. Vicente, 3.

Según el padrón de habitantes la población era de 11.056 habitantes, con 5.073 hombres y 5.983 mujeres.

El número de zapateros registrados era de 43.

 

Zapateria en Monforte de Lemos      Zapateria en Monforte de Lemos     Zapateria en Monforte de Lemos     Zapateria en Monforte de Lemos 

 

En el año 1900 el número de zapateros registrados aumentara. Monforte contaba con 12.912 habitantes de derecho, de los que 6.212 eran hombres y 6.700, mujeres.

En la zona de Abeledos tenemos 10 zapateros; en Santa Clara, 7; en O Fabeiro, 1; en O Cantón, 1; en la Plaza, 4; en Santo Domingo, 2; en la zona del Cardeal, 1; en A Compañía 1; Doutor Teijeiro, 4; en S. Antonio, 1; en Carude, 9; en el Conde, 3; en la Carretera de Quiroga, 1; en la plaza del Piñeiro, 1; en la calle del Progreso 1; en Doutor Casares, 8; en la Zapatería 2, igual que en la Puerta Nueva; en el Zapardiel 1; y en la Prazuela da Cárcere Vella, 1. En las parroquias rurales tenemos: Baamorto 3; Moreda, 2; Ribas Altas, 1; Seoane, 1; y Tor, 1.

En estes años se citan otro oficios como chocolatero, cohetero, herrero, costurera, sastre, médico-cirujano, albañiles, “las de su sexo” “dependientes del ferrocarril”, carpinteros, canteros, labradores, dependientes, etc.

Según los documentos manejados, todos ellos oficiales, sabemos que la media de edad de los profesionales del calzado en Monforte a comienzos del siglo XX, era de 37 años.

 

Lo cierto es que, el declive del sector del calzado, del desmantelamiento de las instalaciones de Renfe, de injusticias como el caso de Frigsa, del cierre de la Chacinera, de la planta embotelladora de butano de Repsol, de las minas de Freixo, de proyectos que no se materializaron para construir diversos cuarteles militares en la ciudad, etc., produjo que Monforte se viese y vea inmersa en una importante crisis económica que, ojalá pronto comience a desaparecer.

 

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