M. E. VARELA ARIAS, La Escultura Medieval en el Museo Provincial de Lugo. Memoria

para la obtención del grado de Licenciatura, bajo la dirección del Profesor Dr.. D. Serafín Moralejo Alvarez. Santiago, octubre de 1984

Material: Caliza arenosa

Medidas: 75 cm. (cabecera), 50 cm. (pies) de altura, X 240 cm de longitud, X 63 cm. (cabecera), 38 cm. (pies) de anchura

Heráldica: A los pies del yacente aparece un escudo formado de tres fajas horizontales y ocho estrellas en la bordura, armas que corresponden al linaje de los Arjona. Etilo: Gótico. Obra local.

Cronología: 2² mitad del s. XV.

Descripción: Tapa sepulcral con estatua yacente de un abad, vestido de pontifical y tocado con solideo. Su cuerpo yace sobre un lienzo de anchos pliegues y reposa su cabeza sobre dos almohadones decorados con ricas cenefas. Lleva entre sus manos un báculo de voluta, en medio de la cual se representa una Virgen con un Niño. En la cabecera, flanquean 'a la figura dos ángeles genuflexos, con sendos libros, en actitud de estar entonando rezos. En la parte inferior de su cuerpo remata con un soqueado. Al pie del yacente aparece el escudo ya indicado.

Observaciones: Un trozo de frente de sepulcro conservado en San Vicente del Pino y que ha sido erróneamente clasificado como frontal románico (1952, PITA ANDRADE, 26) pudo pertenecer a la yacija de este yacente (sigue el estudio de la pieza) ... Por otro lado, en lo que respecta a la identificación del yacente, la mayoría de los autores que han estudiado la pieza, la atribuyen a Fray Andrés Pardo, abad que gobernó desde 1509 al 1512 el monasterio de San Vicente del Pino. Para ello se han basado en una serie de fuentes que relatan los enfrentamientos de condes y abades, que suscitaron la famosa leyenda de la "corona o mitra de fuego". Sin embargo, teniendo en cuenta que la leyenda parece haber nacido a partir del supuesto sepulcro del abad, su atribución a Fray Andrés Pardo puede ser debida al solideo que en lugar de la mitra cubre su cabeza. No obstante dicha atribución no es compartida por todos los autores. Entre otros, PITA ANDRADE (1952, 29) identifica al legendario abad con D. Diego García, que gobernó la abadía unos 200 años antes, y cuyo sepulcro se conserva en el monasterio de San Vicente del Pino. Como contraposición a estas observaciones, la presencia, a los pies del yacente, de las armas de los Arjona -ducado que poseyó D. Fadrique Enríquez de Castro a partir de 1423- indica un posible patronazgo por parte de la casa condal de Lemos, en el caso de que las armas no perteneciesen al abad.